Mi vida como explorador, Nicolás Montinola Guzmán 2 ESO A

Corría el tres de agosto del año del señor de mil cuatrocientos noventa y dos cuando se realizó la mayor ilusión de nuestro almirante Cristóbal Colón, de zarpar del puerto de Palos, en busca de una nueva ruta de circumbalación del globo terráqueo, esta singular travesía había sido sufragada por los Reyes Católicos. 

Zarpamos tres carabelas, cuyos nombres eran la Pinta la Niña y la Santa Maria, en esta última yo tenía el honor de navegar con nuestro almirante Cristóbal Colón. Entre oficiales, marineros marineros, grumetes y otros oficios hacíamos un total de 25 navegantes. 

La Santa Maria es una nao de 23 metros de eslora y dotada de tres palos, es la más grande de las tres carabelas y también la más pesada por la que es algo más lenta que las otras dos. 
Mi nombre es Pero Gutiérrez y soy repostero de estrados del rey, y aparte de otras funciones soy el responsable de preparar y custodiar el mobiliario y los utensilios usados en las comidas así como disponer de la colocación en las mesas. La dieta abordó esta constituida por bizcocho, carnes y pescados en salazón, habas y guisantes sin faltar el vino. Vestimos con ropas holgadas, jubones, calzones... 

Salimos con vientos flojos y mar tranquila y al inicio del viajé tuvimos calma chicha que pronto se vio aliviada por unos vientos alisios que nos acompañaron la mayor parte de los días, los instrumentos de navegación de abordo, tales como la brújula, el astrolabio y el cuadrante nos permiten mantener el rumbo fijado por nuestro almirante. 

Los días transcurren con la monotonía típica de los barcos rodeados de agua da igual donde mires y la rutina diaria abordo de la navegación. Así pasan los días, las semanas, el mes de septiembre se hace interminable y el día 6 de octubre estalla un conato de motín de a bordo que gracias a las dotes de mando de Alonso Pinzón a sido solventado. Hoy 9 de octubre se palpa más tensión entre la tripulación y los hermanos Pinzón han conseguido calmar a la tripulación prometiéndoles que sólo mantendrán el rumbo tres días más y si pasado ese tiempo no divisamos tierra volveremos a España. 

Hoy 12 de octubre desde la carabela capitaneada por Martin Alonso ( la pinta ) hemos escuchado el tan esperado grito de ¡Tierra! el grito a sido lanzado por el marinero Rodrigo de Triana. Se produce una mezcla de nerviosismo, alegría y comenzamos los preparativos para desembarcar y pisar la tan deseada tierra. Ya hemos desembarcado y una profunda emoción nos llena a todos, nos sorprendemos al ver que se mueve la vegetación y de entre ella comienzan a aparecer figuras humanas semi desnudas, son sin duda los aborígenes nativos de estas tierras, lejos de mostrar un ánimo agresivo hacia nosotros, se inclinan ante nuestra presencia y nos hacen ofrendas frutales, yo creo que nos toman por dioses. Nuestro almirante bautiza esta tierra con el nombre de San Salvador. 

Estos descubrimientos suponen un cambio muy importante en la historia de la humanidad de la cual estoy orgulloso de formar parte. 




Comentaris